domingo, 3 de junio de 2018

POEMA 8


ELLA NO ERA MI TIPO

Ella no era mi tipo de mujer
(eso que, hablando en plata, se conoce como
tipo de mujer).
Pero las sombras que sin darme un minuto de tregua
emponzoñaban mis escasos días de sol
junto a ella desaparecían
casi mágicamente.
Ella no era mi tipo.
Quizás era -demasiado- natural:
sin maquillaje, sin pintura, sin perfume notable
(ni siquiera se peinaba y dejaba su pelo
-no tan largo ni tan negro, pero largo y negro al fin-
al antojo del viento que apenas lo rozaba
porque yo estaba con ella -siempre- bajo techo).
No era mi tipo, decididamente.
Pero cuando la tenía junto a mí
(sólo un breve retazo de tiempo junto a mí)
y tan cerca que a veces sentía su olor de mujer
todo lo demás que me rodeaba
y que sin ella se regocijaba en recordarme
que yo vivía rodeado de cosas carentes
de la más mínima importancia,
se deshacía en burbujas como olas que alcanzaban
los rompientes
y elevaban sobre la superficie azulgris
(como sus ojos azulgrises donde se refugiaba
un pedacito del mar Mediterráneo)
su blancura de espuma.
Porque ella era eso, sólo eso: un mar azulgris
cuyos rompientes tenían la enorme facultad
de llenar mi pobre vida de algo muy parecido
a la felicidad.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

@lazarocasas38

domingo, 20 de mayo de 2018

POEMA 7

LA MUCHACHA DE LOS OJOS DE MIEL

Aquel hombre cargaba demasiado peso
sobre sus espaldas
(sobre sus endurecidas y añejas espaldas)
y se había rendido a la evidencia
de que al final del túnel no había ninguna luz
sino un camino árido que anegaba el terreno
húmedo y tan lúgubre como un réquiem de Haëndel...
Pero de pronto ella se incrustó en su vida
casi de zopetón,
y él descubrió en sus ojos una nueva ternura,
una mirada candorosa quizás melancólica
que lo llenaba de deseos de vivir
y de otra vez confiar,
y en aquella muchacha donde convergían
picardía y candor arcoirizados
por una nobleza carente de imposturas
que le brindaba su cariño sin pedirle
ni una pizca de reciprocidad,
él encontró una brisa rejuvenecedora
que lo animó a recuperar sus viejas ilusiones,
a mirar con optimismo el entorno vital
que había obviado desde hacía ya mil años-luz,
porque en esa muchacha de mirada dulcísima,
de trato tan limpio como el cáliz sagrado
y de una exquisita sensibildiad capaz
de conmoverlo,
él asumió, mirándose en sus ojos
demasiado jóvenes quizás,
que era cierto, que la vida podía
ser hermosa, muy hermosa todavía...

Augusto Lázaro

lunes, 7 de mayo de 2018

POEMA 6

EN EL CARACOL QUE NO ENCONTRASTE

No pudimos encontrar el sol.
No había algún excursionista merodeando
ni un bote en la distancia muerta
ni un pelícano.
Sólo las olas despreciaban el silencio.
No por eso nos desanimamos:
Yamilé se ajustó un viejo látex,
Roberto no se decidió a temblar
desde el primer momento,
"está muy fría el agua", dijo sonriéndose,
Cuqui no hizo nada: se acostó en la balsa,
yo tiré algunas fotos...
Pero tú no venías a gastar tu domingo
ni a hundir entre la espuma tus últimos secretos
ni a esperar, confiada, que saliera el sol...
Un cangrejo asomó sus largos ojos,
se asustó,
regresó a lo oscuro de su cueva.
Después, tu última silueta atravesó la orilla...
El agua buscó inútilmente tu imagen
en las piedras,
pero ya había demasiadas voces,
ya el sol picaba duro nuestros cuerpos.
La tarde vino de repente
y se llevó nuestro domingo.
En las olas se quedaron todas las palabras
y en la arena tus ojos
prendidos en el caracol que no encontraste...

Augusto Lázaro

(publicado en blog y Facebook)

Amiga que dejó Santiago y desapareció en las oscuras profundidades del recuerdo. Jamás volví a verla, jamás he sabido nada de ella, pero quiero confiar en que, en el lugar donde esté, todavía recuerde aquel mágico domingo en la playa, donde nuestros cuerpos estuvieron juntos en el agua, con el goce casi infantil que tu rostro reflejaba, porque disfrutabas del mar y del sol como un niño. Hasta siempre, querida amiga. El cariño que supiste enraizar en mi corazón jamás te dejará sin la nostalgia de aquel día único…

lunes, 19 de marzo de 2018

POEMA 5


COMO LA LLUVIA QUE REFRESCA Y CALMA...







Ya yo estaba cansado de ser piedra,



vaga idea, ausencia, erial.



Ya yo estaba al borde de buscar la nada



como única puerta de escape



a tanto desamparo.



Ya yo estaba convencido del encuentro imposible...



y apareciste tú, sin previo aviso,



como la lluvia que refresca y calma,



aquella tarde de ningún presagio que no fuera



mi rutina lúcida.



Apareciste tú y en esos ojos tan de todos



a quienes regalas el placer de contemplarlos



vi un amanecer lleno de copos



de la nieve eventual, tan blanca como hermosa,



y golpeaste mi tiempo rescatándolo



de toda abulia posible y absurda.



Y a partir de entonces



cuando me amenaza la congoja del atardecer



me acuerdo de tus ojos que destilan amor y ternura



y de tu sonrisa que se abre ante el mundo



como una alfombra persa...



y me pregunto, ¡ay!, cómo pude vivir hasta hoy



sin conocerte...







Augusto Lázaro






lunes, 5 de marzo de 2018

POEMA 4


NOSTALGIA DE LO QUE VENDRA







Ya no te busco cuando me despierto



del último sueño ahora siempre plácido



porque después de tanto insomnio



al fin has escapado de mis madrugadas



cuando ya yo pensaba que tú serías siempre



un componente casi físico de mi andar por la vida.



De mi andar esquivando tropezones



intentando ensartar un arcoíris



con mis ojos humedecidos siempre



por esta pesada nostalgia



anticipada



de lo que volveré a vivir



cuando otra vez me rinda ante el fantasma



del amor posible



sabiendo lo que me traerá ese amor posible



cuando envuelto en la bruma de una tarde



quizás fría o lluviosa



pueda ensartarlo en una idea peregrina



como a un peregrino arcoíris



imposible de materializar con el amor posible



y engañarme pensando que la varita mágica



ha tocado, ahora sí, mi tan cansada anatomía...







Augusto Lázaro



Siempre la separación evoca la nostalgia, especialmente cuando se ha tenido y se deja de tener de pronto: es un golpe difícil de soportar, pero como todo en la vida, también pasa, y al final nos quedamos convencidos de que vivimos sin ese amor y podremos seguir viviendo sin ese amor, aunque añoremos aquellos momentos que con ese amor pasamos…




lunes, 19 de febrero de 2018

POEMA 3


EVOCACION DE ENCARNI







Toco tu piel y florecen los lirios



que desde tu cuerpo delicioso



y mío



perfuman mi piel.



Beso tus manos y me siento



ligero como un pez



en su agua salada y misteriosa



mientras tus dedos me rozan las mejillas.



Degusto el néctar de tu lengua



(manantial inagotable de placer)



y me sacia un bálsamo cremoso



tan dulce como el jugo de la caña.



Aprieto mi boca en tu sexo



sorprendido y húmedo



que se estremece con la inusitada



caricia



hasta calmar mis ansias



de sentirte mía

.

más allá de todos los deseos,



de todos los goces conocidos,



del ensueño, de la dicha...





Augusto Lázaro



Inédito



¿Poema erótico? Quizás. El erotismo forma parte imprescindible del amor, y cuando no lo hay, tampoco hay amor. Siempre se agradece recordar estos momentos que quien no los haya pasado no sabe nada de ese sentimiento tan hermoso del que lamentablemente muchos han convertido en sólo sexo. Y el amor tiene tantas aristas que es imposible definirlo con una sola palabra. Puede amarse lo mismo a una novia o esposa que a un perro que se tenga como mascota, y lo más curioso: que a veces a ese perro mascota llega a amarse incluso más que a un ser humano que al principio nos pareció amar y con el tiempo se fue desvaneciendo su idealización. Pero no se asusten, no quiere esto decir que siempre suceda así: yo soy de los que creen en el amor. Siempre he creído, aunque esa creencia me haya dado, además de momentos muy gratos e inolvidables, grandes decepciones. Hay de todo en el amor, porque hay de todo en la vida. Pero sin él estaríamos viviendo como en las cavernas: con porras y taparrabos…




lunes, 5 de febrero de 2018

POEMA 2


(glosando, con perdón, a dña. Hildegardis Goyenechea)







ESTA CASA MIA DONDE YA NO RESPIRO



                                 tu perfume, el perfume que siempre dejabas en la almohada



después del intermedio a un nuevo encuentro



desenfrenado y a la vez tan lleno de ternura en el epílogo



esta casa mía donde sólo ha quedado la rememoración



de nuestro atormentado amor amenazado siempre



por tus nerviosas miradas al reloj y tus impedimentos



para dedicarnos por entero a amarnos sin más paliativos



que la muerte cuando al fin nos separara



aunque nos habíamos jurado en el vórtice



del placer disfrutado hasta el clímax



amarnos hasta después de muertos



¡qué ilusos! ¡qué desatinados tan inmersos



en el escaso tiempo y en el reducido espacio



que cobijó nuestro inusual cariño!



y ahora ¡ay! ya no queda más que el resto



de lo poco que pudimos permitirnos



en esta casa mía tan llena de tarecos



de cosas inútiles que me rodean



cuando inevitable y repetidamente



te echo tanto de menos







Augusto Lázaro



(inédito)






Le preguntó por qué se pasaba todo el tiempo metido en su espacio y en las pocas veces que se decidía a salir se le notaba en el rostro una tristeza difícil de disimular. Contestó, intentando una sonrisa que no encajaba en su semblante que en su espacio tenía todo cuanto lo hacía feliz… menos algo que no quiso al principio decir. Ni falta que le hizo a su amigo para comprenderlo: Cierto, en su espacio tenía todo lo que lo hacía sentirse bien y quizás feliz. Pero le faltaba lo principal: no tenía allí el amor… y sin amor, resulta muy difícil sentirse bien y ser feliz...

domingo, 7 de enero de 2018

POEMA 1

APRENDIENDO A VIVIR SIN TI

cada nuevo amanecer abro los ojos
intentando desperezarme de tu ausencia
rendirme a la evidencia de que ya no estás
tras las persianas sólo veo árboles sin hojas
aceras que ya no sostienen tus pasos
calles por donde ya no cruzas para acercarte a mi añoranza
entonces la soledad es un martillo golpeando mi cabeza
y lacerando mis horas inútiles
qué difícil este empeño de creerme que estoy aprendiendo
a vivir sin tu amor
asfixiándome en la pesadez de los domingos
que reptan en mi entorno lentos y agobiantes
porque ya no estamos juntos en ese mismo espacio
donde quizás recuerdes el tiempo de los dos
que absurdamente se nos ha escapado
me esfuerzo inútilmente en deshacer nostalgias
en olvidar recuerdos
en no pronunciar en voz alta tu nombre
pero qué difícil qué imposible este empeño
de creerme que estoy aprendiendo a vivir sin tu amor

Augusto Lázaro
@lazarocasas38
(publicado en blog, Cinosargo, Liter-aria, Facebook)
Comenzamos el nuevo año con un poema de esos que alguien determinó “de amor”, como si todas las acciones que una persona realiza en la vida no tuvieran alguna relación con el amor. Pero en fin, que espero que estos poemas les ayuden al menos a no pensar siempre en lo malo que la vida nos ofrece, porque la vida, a pesar de eso malo que nos ofrece, también nos da momentos de bienestar y felicidad, duren lo que duren y sean con quienes sean. Y esto último no depende de nadie más que de nosotros mismos. ¡Feliz año nuevo!