lunes, 7 de mayo de 2018

POEMA 6

EN EL CARACOL QUE NO ENCONTRASTE

No pudimos encontrar el sol.
No había algún excursionista merodeando
ni un bote en la distancia muerta
ni un pelícano.
Sólo las olas despreciaban el silencio.
No por eso nos desanimamos:
Yamilé se ajustó un viejo látex,
Roberto no se decidió a temblar
desde el primer momento,
"está muy fría el agua", dijo sonriéndose,
Cuqui no hizo nada: se acostó en la balsa,
yo tiré algunas fotos...
Pero tú no venías a gastar tu domingo
ni a hundir entre la espuma tus últimos secretos
ni a esperar, confiada, que saliera el sol...
Un cangrejo asomó sus largos ojos,
se asustó,
regresó a lo oscuro de su cueva.
Después, tu última silueta atravesó la orilla...
El agua buscó inútilmente tu imagen
en las piedras,
pero ya había demasiadas voces,
ya el sol picaba duro nuestros cuerpos.
La tarde vino de repente
y se llevó nuestro domingo.
En las olas se quedaron todas las palabras
y en la arena tus ojos
prendidos en el caracol que no encontraste...

Augusto Lázaro

(publicado en blog y Facebook)

Amiga que dejó Santiago y desapareció en las oscuras profundidades del recuerdo. Jamás volví a verla, jamás he sabido nada de ella, pero quiero confiar en que, en el lugar donde esté, todavía recuerde aquel mágico domingo en la playa, donde nuestros cuerpos estuvieron juntos en el agua, con el goce casi infantil que tu rostro reflejaba, porque disfrutabas del mar y del sol como un niño. Hasta siempre, querida amiga. El cariño que supiste enraizar en mi corazón jamás te dejará sin la nostalgia de aquel día único…

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