Ese
parque de Ferreiro es fatal para mí, lo dice mi horóscopo, no dice que sea el
parque
de Ferreiro así con nombre propio, pero dice que existen lugares que son
desfavorables
para cada persona, según su signo zodiacal, y uno de esos lugares
para
mí es ese maldito parque. Allí me hice novia de Tony, allí toqué una picha
por
primera vez, la manoseé, la sentí bien parada y bien dura, la miré con temor,
la
vi lanzar el chorro cuando le hice la primera paja a Tony. Allí Tony me enseñó
los
primeros
secretos del placer, por lo que debería estar agradecida del dichoso
parque,
pero miren lo que me costó la jaranita. El placer duró tan poco que no me
dejó
ningún recuerdo firme, porque después todo se convirtió en pesadilla, y la
pesadilla
terminó con un legrado. Por eso cuando tengo que pasar por allí doy la
vuelta
a la rotonda y me escabullo por el costado de la farmacia hasta la entrada
de
Vista Alegre. Los fósforos. Y ni hablar del encuentro con Rudy. Por eso tengo
que
saber
cuáles son los otros sitios desfavorables para eludirlos y no cruzar jamás por
ellos.
Tengo que desprenderme de este rosario de calamidades que me ha caído
encima,
tengo que vivir pendiente de todas esas cosas, no puedo pasarme la vida
fallando.
Y sobre todo andar al hilo con la gente que conozco, porque hay gente
que
ñequea y de eso nada. Aquí tengo la lista de toda la gente que conozco, la
gente
con la que más me relaciono, y voy a saber a qué atenerme con cada cual.
No
me fue fácil hacerla, cada vez que le pregunto a alguien cuál es su signo, o
qué
día
y qué mes nació, si no se me queda mirando con cara de esta está como una
cabra,
se echa a reír, me da de lado o hasta se pone changa y me manda a freír
espárragos.
Ah, pero como la mayoría cree, como yo, la mayoría me dice lo que le
pregunto.
Y hay quienes me lo dicen por lo claro, pero ¿tú crees en eso, muchacha,
o
tú eras boba cuando chiquita? Es que la gente se ha vuelto descreída, o
aparenta
serlo,
que aquí el que más y el que menos cree en algo, lo que pasa es que lo
disimulan
para no tener problemas con el gobierno. Todo lo resuelven riéndose y
disimulando.
El disimulo es la coraza que protege a los cubanos. Yo creo que la
gente
se ha vuelto idiota, porque no hace más que reírse, con los problemas,
dificultades
y tragedias que tiene cada familia. Y hasta en los velorios tú oyes a los
dolientes
aguantando la risa, haciendo cuentos de relajo, sentados al lado del
difunto.
Ya no se respeta ni a los muertos. Madre mía. Pues sí, eso de los signos es un
dolor
de cabeza, pero no me queda más remedio. Atenta de con quién hablo, de
lo
que hablo, de a quién trato, de cómo lo trato, quién puede ser amigo o enemigo,
todo
según el signo zodiacal que tenga. Y esto es el fenómeno vigueta, estarme
acordando
de tantas cosas al mismo tiempo, de tantas generalidades y caracteres
en
cada persona conocida, yo que siempre he tratado a todo el mundo igual. Y ahí
está
el error, no se puede tratar a todo el mundo de la misma forma, porque todo el
mundo
no es igual. Tengo que andar a cuatro ojos con la gente que conozco. Sí.
Tengo
que cuidar mis pasos, porque Dios dice cuídate, que yo te cuidaré, como
diciendo
ponte para la cosa y no esperes por mí. Qué gracia. Pues ya yo no espero
por
él para nada. Al carajo... Esta lista me ha alborotado el coco. Bertica,
Aurelia,
Marina,
Aleida, Juan, Charito, Guillermo, los otros hijos de Marina, Mayra, Miguelito,
el
carnicero que es un poco resbaloso, hasta los tres mosqueteros, Tony, Rudy y
René,
aquí nadie se escapa, por si acaso. En fin, que la lista aumentará según me
vaya
yo acordando de gente con la que trato, aunque sea de pascuas a San Juan.
Y
eso de que los cánceres y los sagitarios hacen buena pareja me está pareciendo
una
guanajada, como quizás lo sean todas las combinaciones de esas revistas, la
verdad
que cada día dudo más y no sé a qué atenerme en las creencias, aunque
sé
que en algo hay que creer. Qué enredillo. Me falta Alberto, el viejo ese amigo
de
Marina.
Y mis padres y mis hermanos, aunque no vuelva a verlos nunca. Mejor no
pensar
en eso. No. Dice aquí que hay cuatro tipos de signos, de tierra, de agua, de
fuego
y de aire, los cuatro elementos, y cada grupo tiene sus características. Bueno,
dice
Marina y dice Aleida que el papel lo aguanta todo. El papel responde al que lo
escribe,
sea quien sea, boba, si tú escribes que el mundo se va a acabar la semana
que
viene, los ingenuos y los tontos se lo creen y se preparan o no, aunque ya
hayan
pasado
por esas predicciones montones de veces, porque la gente no escarmienta.
Marina
con su filosofía callejera. Pero entonces, ¿qué creer? Marina me sale con
una
de las suyas: en la mierda, es en lo único que puedes creer con confianza, pues
sientes
su peste inevitable, y se ríe a carcajadas. ¡Qué mujer! Ya me estoy hartando
de
estas revistas amarillentas, sucias, desgarradas, demasiadas cosas: días,
semanas,
meses,
años, números, colores, piedras preciosas, materiales, emociones, ideas,
pensamientos,
lugares, sexos, gestos, animales, signos zodiacales, alimentos, todo,
psicología,
todo todo, planetas, sí, cómo no, ya lo creo, pero muchacha, coge un
montón
de periódicos y de revistas y busca los horóscopos en cada número, verás
que
cada periódico y cada revista dice una cosa distinta, ¿no te das cuenta?, ¿en
cuál
vas a creer?, y se ríe, sí, se ríe conmigo, quizás piensa que soy monga de
marca
mayor.
Y yo me estoy volviendo descreída también, cada día creo menos, en la
gente,
en Dios, en las revistas, en la astrología, en los santos, en los curas, en los
políticos
que bueno, en esos nunca he creído una mierda, y que me perdone el
Altísimo
si mi fe hacia él ha menguado tanto, pero... en fin, que dice Miguelito que
esas
cosas han cambiado y que me va a traer una revista moderna con todo eso
actualizado.
El que no cambia se estanca, dice, tienes que actualizarte, si no,
despídete
del cijú platanero, mi amiga. Aquí no publican nada de eso, de dónde
habrá
sacado Miguelito esa revista. Siempre con su manía de dejar las cosas a la
mitad.
Cuestión, que hay que creer en algo, pero ¿en qué? Esa es la cosa. En Dios,
en
Alá, en Buda, en un babalao, en la gallina prieta que ponen en la puerta de los
que
quieren joder los santeros o los espiritistas, en el bembé de Chencha la gambá,
en
un muñeco de trapo, ¿qué sería del mundo si nadie creyera en nada? Sin fe no
se
puede vivir, ¿en qué te vas a refugiar cuando tengas un problema serio? Por eso
la
hija de ese dictador soviético dijo en el aeropuerto de Nueva York que no se
puede
vivir sin llevar a Dios en el corazón. Salió en una revista vieja de las que
tiene
Marina
en su casa, que no habla nada de los signos ni de nada de eso. Bueno, que
Marina
dice que antes ella era muy creyente, y que ahora... y se calla, porque yo
creo
que en el fondo ella sigue creyendo. Pues eso, seguiré con la lista a ver qué
es
lo
que pasa, que dice Mayra que lo que pasa es lo que no se traba. Del carajo...
(continuará)
Augusto Lázaro
@augustodelatorr
www.facebook.com/augusto.delatorrecasas
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