sábado, 24 de enero de 2015

ESA MUCHACHA TRISTE QUE SUEÑA CON LA NIEVE 3

Desde aquel día todo se volvió un recuerdo. Tony cuando me despierta mi mamá

por las mañanas, Tony cuando voy caminando hacia el  Pre sin mirar dónde piso,

Tony cuando me siento a almorzar con mis padres y hermanos, Tony en la memoria,

en el pensamiento, en todas las acciones que realizo dentro y fuera de mi casa...

Porque el muchacho del paquete resulta que se llama Tony. El mismo me lo gritó

la segunda vez que lo vi, pasó frente a mi casa manejando su camión y se paró un

segundo porque me vio sentada junto a la ventana que yo tenía abierta por el

calor que hacía. Tony, Tony, Tony... ¿Seré monga?... Pues desde aquel segundo día

el Tony comenzó a darme vueltas. Sabía que yo me ponía a estudiar junto a la

ventana porque yo sabía que él pasaría por allí y a qué hora y qué día y todo lo

demás. Me estoy volviendo una guanaja. No sé qué es lo que me pasa, una

cosquillita, un airecito, un temblor de piernas cuando siento el ruido del camión y

él saca la mano, me saluda y continúa su camino. A veces se para unos minutos,

sólo unos minutos, y se queda ahí, mirándome de lejos, sin reírse. Pero un día sucede,

se baja del camión, se acerca a la ventana, me dice hola, tú, ¿tienes que estudiar

todos los días?, y yo me quedo fría, mi boca se paraliza, tiemblo, sólo puedo mover

la cabeza y decirle que sí, mientras pienso: so verraco, ¿no ves que me siento

aquí todos los días a esta hora para verte pasar?, ah, pero eso no me sale. ¿Cómo

te llamas, muñequita? Me derramo del todo, y los dos con palabras tontas y frases

que parecen sacadas de esos libros idiotas que enseñan a enamorar y todas esas

boberías. Bueno, hasta mañana, me dice y se va, y yo sigo con mis libretas sin ver

lo que tienen escrito. Después los días pasan, yo en tensión, y lo veo cuando cierro

los ojos y me quedo en éxtasis imaginando, y las cosas que me dice después en la

calle para que vaya a encontrarme con él en el parque de Ferreiro, cuando salga

del Pre. Porque Tony es perseverante, me vigila, me sigue, me marea, se me pega

como una sanguijuela cuando salgo del Pre y empieza a darme muela sin parar,

mira, niña, no te me pongas pesadita y acaba ya de venir al parque a encontrarte

conmigo cuando salgas, ya por la tardecita. Anda, vamos, no te hagas la difícil,

y yo con las manos sudadas, sin poder articular palabra, temblando. Y ahora estoy

aquí con él, en el parque de Ferreiro. Me convenció. Y me quedé tiesa del susto,

con la boca abierta, oyéndolo decirme cuanta bobería se le ocurrió decirme. Y aquí

estoy, ya no tiene remedio. Si mi padre se entera me mata. Tony lo sabía, sabía que

yo iba a venir, y por eso escogió este lugar que está precisamente entre el Pre y mi

casa, guarecido por las matas, porque esto es un bosque, y casi todos los bombillos

están fundidos, los rompen los estudiantes para desplayarse a su gusto, y si una se

encuera aquí nadie la ve. Mira que este bicho sabe. Y parecía bobo. Un tiburón es

lo que es, y yo de mansa, primero en la puerta, saludándolo cuando pasaba en su

camión, después esperando el camión todos los días, aguantándole el palique,

dejando las libretas, más adelante conversando con él en la puerta, susurrando,

escondiéndome de mi mamá que a esa hora siempre estaba acostada y todo eso.

Para mí que Tony conocía todos los movimientos de mi casa, porque siempre

pasaba a esa hora, un puñetero reloj. Y ahora mírame aquí sentada con este bicho,

metida entre estas matas, con este loco azocándome, porque Tony es un loco que

no las piensa, que las hace y ya, acércate, muñequita, acércate, vamos, cosalinda,

y quiero irme a casa, pero Tony no me deja, ¿por qué quieres irte?, ¿es que me

tienes miedo, bobita?, si yo no soy el lobo ni tú eres la Caperucita, tranquilízate y

acércate, que te voy a enseñar algo que tú no conoces, seguro. Me levanto para

irme, pero Tony me sujeta por los hombros, y me aprieta, y me sienta en el banco

de un tirón, so bruto, y yo Tony, ¿qué me vas a hacer?, y él me acaricia el pelo y la

cabeza, así como me acariciaba mi mamá cuando yo era una niña, pero distinto,

no sé cómo explicármelo, ah, lo único que sé es que me gusta esto que me está

haciendo el Tony este, me gusta mucho, la verdad, que me toque, que me acaricie,

que me pase las manos por el pelo, por la cabeza, por la cara, como me las está

pasando, y entonces me paralizo, de miedo y de gusto, y quiero irme y quiero

quedarme, porque es que me gusta lo que este sinvergüencita me está haciendo,

pero me he puesto muy nerviosa, creo que él lo nota, el muy bandido, y después la

locura, me da un beso, el primer beso que me da un muchacho, en la boca nada

menos, y yo siento como un escalofrío que no sé qué hacer, ay, estoy temblando,

porque a mí nadie me ha besado nunca así ni me ha apretado así como me está

apretando Tony ahora, vamos, muchachita loca, reacciona, tienes que irte para tu

casa antes de que te desgracies, antes de que este tipo te desgracie, que la noche

está cayendo, sí, ya lo sé que debo irme, pero quiero quedarme, deber y querer,

un ratico más, porque quiero que Tony me siga besando en la boca, que me siga

acariciando todo el cuerpo, que me siga apretando muy fuerte, ay, ¿en qué va a

parar todo esto?, Dios mío, pero qué rico es todo esto... Me quedo sentada, sin

moverme, esperando, estremecida hasta lo infinito, pero él sigue con su letanía,

sigue metiéndome la lengua en las orejas, y yo como una palomita arrullada, casi

sin respirar, desfalleciendo de placer aquí mismo en este parque de Ferreiro, y no sé

qué hacer con mis manos, con todo mi cuerpo. no sé nada, pero este cabroncito

sigue y sigue, coño, sigue, sí, carajo, sí, sigue, Tony, sigue, sigue, no pares, sigue así...

Después yo me pongo a pensar y me parece que todo esto ha ocurrido solamente

en mi imaginación, porque yo siempre me estoy imaginando cosas que se me

confunden con las cosas que me suceden de verdad y a veces no sé cuáles son las

cosas que me han sucedido de verdad y cuáles son las que me he imaginado...

(continuará)

Augusto Lázaro


@augustodelatorr


http://laenvolvencia.blogspot.com.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario