Problemas,
problemas, problemas... soy un saco de problemas, Mario me lo dijo un
día:
tú eres una mujer generadora de problemas y no me explico por qué, porque
todas
las mujeres tienen problemas con sus maridos, con sus hijos, con su familia,
pero
coño, ¿también con el trabajo?, eso es el colmo, y yo también los tengo, ya
hace
tiempo que estoy confrontando problemas con Gabriela y con Elvira, sobre
todo
con Elvira, pero ahora también con el sindicato, el colmo dentro del colmo, ya
Oscar
me lo dijo: si sigues así no te voy a poder defender como hasta ahora, ja, ja,
defender,
como si yo fuera una acusada y él un abogado, y además, si sigo así
cómo,
porque yo lo único que hago es dar mis clases y llevarme bien con todo el
mundo,
y si siempre digo lo que pienso, y si lo que pienso no se ajusta a lo que
piensa
el
Partido, a lo que piensa el Sindicato, que es lo que está establecido que
deben
pensar
todos, es porque mi naturaleza es así de rebelde y yo no me puedo quedar
en
silencio cuando delante de mí se dice o se hace una barbaridad, y ya me estoy
dando
cuenta de que aquí en esta Universidad el que no se somete no progresa, y
a
veces hasta puede correr la misma suerte que el profesor Pardo y que otros de
los
que
apenas se mencionan sus nombres, pero a mí eso me tiene sin cuidado, yo no
nací
para que me marioneteen, no, yo no nací para eso, hasta Mario, que es mi
marido
y es el hombre que está dispuesto a hacer por mí lo más inverosímil, sí,
cualquier
sacrificio, correr mi misma suerte, todo, como me lo ha demostrado,
cuando
se pasa de rosca se lo suelto así de zopetón, no, Mario, no vayas a
intentar
marionetearme, que yo tengo una cabeza para pensar y soy un ser humano
y
no un muñeco ni un robot, y mucho menos un carnero dócil, y a veces soy yo la
que
se pasa de rosca con él, pero es que no me puedo contener, no señor, no, y
ahora
esta gente la ha cogido conmigo, parece que para ellos pensar con la
propia
cabeza es un delito, como dice la muy mojona de Elvira: compañeros, el
Partido
es la inteligencia, es el cerebro rector de nuestra sociedad, no se puede
cuestionar
ni una sola de sus orientaciones, porque eso sería cuestionar al pueblo,
y
eso sería como ponerse en contra del pueblo, porque el Partido no es más que la
voz
de nuestro pueblo, de este pueblo que lo sigue y que está dispuesto a seguirlo
hasta
el final, que por supuesto no puede ser otro que la victoria, ¡puaf!, un
vomitivo
cada
vez que esa puñetera abre la boca, la calabacita, como le dicen algunos
alumnos,
porque se queda dormida dando clases, pero al fin y al cabo, al carajo
todo
eso, seguiré dando mis clases y diciendo lo que me venga en ganas, qué se
habrán
creído, a mí no me van a marionetear, que ni lo sueñen, en definitivas yo
no
digo nada que no sea la verdad, y cada vez que me pregunten algo, les
respondo
con mi cabeza lo que yo considere que es lo correcto, con mi cabeza y
no
con la sacrosanta cabeza del sacrosanto Partido, que yo no soy militante ni
nada
que
se le parezca, y no me voy a preocupar por tanta mierda, porque todo esto no
es
otra cosa que una mierda, que me estoy poniendo nerviosa, duermo mal, y mis
relaciones
con Mario y con Aimée se están deteriorando, y todo por la dichosa
Universidad,
por sus barbaridades, y por mi forma de ser, que reconozco que soy
un
poco revencúa, pero es mi forma de ser y no puedo cambiar, así que a partir
de
ahora al carajo lo demás, y lo que sea sonará...
(continuará)
Augusto Lázaro
@augustodelatorr
http://laenvolvencia.blogspot.com
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